dijous, 11 d’octubre del 2007

Hispanidad

El día 12 de octubre los ciudadanos y ciudadanas del Estado español celebramos, un año más, el Día de la Hispanidad, una fiesta que debe conmemorarse por encima de ideologías y que debe unir y no separar a las diferentes comunidades que integran una realidad histórica que es España.

El Día de la Hispanidad es una fecha para sentirnos unidos a una comunidad inmensa de ciudadanos con una identidad lingüística, cultural, histórica y de valores comunes. Frente a la división que propugnan aquellos que día a día pretenden desvincularnos sentimentalmente de España, defendamos los proyectos comunes, la fraternidad y la cooperación en España y con las naciones hermanas de Hispanoamérica.

Después de 30 años de libre convivencia democrática, ésta debería ser una realidad normalizada, pero últimamente en Catalunya en general y en Lleida en particular hemos vivido una serie de episodios lamentables e intolerantes como la quema de fotografías del Rey, el incumplimiento de la Ley de Banderas y las amenazas al Partido Popular durante la ofrenda floral del Once de Septiembre que demuestran que las cosas en Catalunya no van bien.

Y no van bien, porque alimentar debates identitarios mediante el incumplimiento de la Ley de Banderas, las agresiones contra la figura del Rey, o la convocatoria de referéndums ilegales como ha hecho el lehendakari del País Vasco, no son más que una manera fácil de buscar la exclusión y la confrontación entre los ciudadanos de un mismo territorio.

Estos hechos parecen indicar que determinados colectivos no llegan a entender que existe una Catalunya plural que va de la mano y sin complejos de España, que se siente tan catalana como española y que utiliza el catalán y el castellano sin ningún tipo de problema. Personalmente, en este terreno, no deja de sorprenderme como últimamente José Montilla o Pep Montilla utiliza y manipula sus orígenes familiares en función del lugar donde se encuentre con un único objetivo electoral.

Estos episodios hacen que en lugar de la imagen de una Catalunya moderna, tolerante, competitiva y abierta, nos encontremos con una Catalunya abstraída, absorta y reduccionista que es incapaz de reaccionar delante de los verdaderos problemas que afectan a los ciudadanos.

En materia lingüística el PP siempre ha mantenido una postura coherente basada en impulsar una política a favor del bilingüismo. Catalunya tiene dos lenguas y las dos, catalán y castellano, enriquecen y fortalecen nuestra sociedad. En este sentido, es necesario respetar las libertades lingüísticas de todos los ciudadanos y de las empresas y se debe cambiar la política de la sanción por la política del fomento.

El Govern de la Generalitat debe tomar este camino, el del bilingüismo, no el de la exclusión que solo puede llevar a la confrontación y al rechazo. Sorprende que miembros del tripartito y especialmente los socialistas, adopten y promuevan estos métodos cuando en las campañas electorales se pasean por los barrios con mayoría de castellanohablantes levantando la bandera del bilingüismo.

La lengua es un vehículo de expresión, un instrumento de libertad de las personas y no un factor de discriminación entre las personas. No podemos ni debemos permitir que los radicalismos de aquellos que no entienden que disfrutar y expresarse en voz alta y clara tanto en catalán como en castellano sea un verdadero privilegio, adopten posturas extremistas y conviertan este privilegio en una exclusión.

Tanto en España como en Catalunya ya existen unas reglas de juego, una Constitución y un Estatut, y es a partir de ahí que debemos construir y fomentar la convivencia y el entendimiento sin poner sistemáticamente en duda estas reglas de juego que sustentan y fundamentan la democracia. Resulta imposible crear puestos de trabajo o centros universitarios desde el enfrentamiento improductivo. No es aceptable que desde el socialismo i desde el nacionalismo catalán se insista en crear divisiones cuando la sociedad lo que pide es trabajo, seguridad y una cultura libre de consignas políticas.

Ante este panorama y mientras duren los enfrentamientos sobre cuestiones poco urgentes, el PP es la única voz de los catalanes no nacionalistas, de los catalanes que no quieren la independencia y que creen que tanto la Diada como el Día de la Hispanidad deben ser unas fiestas de todos. La mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya quieren vivir en paz, convivencia y libertad y en este sentido los socialistas ya hace tiempo que en Catalunya han dejado de representar a esta inmensa mayoría de catalanes, para dedicar sus esfuerzos a contentar a la minoría nacionalista que tan solo pretende separarse de España. Por ello, desde el PP no renunciamos a defender las instituciones y los símbolos, porque si lo hiciéramos estaríamos renunciando a la libertad.

Maria José Horcajada
Presidenta del PP de Lleida

4 comentaris:

Anònim ha dit...

Es lamentable observar como la Generalitat se ha empeñado en excluir el castellano de la vida pública, cultural y del sistema educativo de nuestra comunidad. Excluye así a los ciudadanos de Catalunya en general, y Lleida en particular, de formar parte de un colectivo de más de 400 millones de hablantes. El castellano se ha convertido en la segunda lengua más importante del mundo, que nos conecta con una realidad común de millones de personas con las que mantenemos lazos culturales e históricos vivos y actuales. Y no solo me refiero al resto de España sino muy especialmente a las naciones hermanas de Hispanoamérica.
Hay mas hablantes de español en EEUU que en España y en el próximo siglo será el idioma del 50 % de la población en aquel país.
El sectarismo nacionalista catalán no ha entendido este hecho y continúa impidiendo que nuestros jóvenes puedan conocer el castellano, utilizarlo y ser educados en libertad; quieren convertirlo en un idioma de parias y sacarlo de la vida pública catalana.

Hoy es un día excepcional de sentirnos unidos a una comunidad inmensa de ciudadanos con una identidad lingüística, cultural, histórica y de valores comunes. Frente a la división y el apartheid nacionalista defendamos los proyectos comunes, la fraternidad y la cooperación en España y con las naciones hermanas de Hispanoamérica.

Anònim ha dit...

Bona Nit señoreta Maria jose, com a ciutadà de lleida li volia fer una Pregunta:
Que fa Realment El Partit Popular de Lleida per Espanya? No creu que La gent esta Cansada d'aquest Fals Nacionalisme que transmet el seu partit? i Perdoni que li digui pero per a mi com per a molts Espanyols no consideren Hispanoamerica com a Pais Germá, a "Venezuela" el Senyor Chavez i els seus Simpatitzants van derrocar l'estatua de Cristofol Colon. Aixo es una Nació Germana? Ens Odién i son Germans?

Moltes Gracies Per Tindre un temps per Mi. Salutacions Cordials.
Estaria Agrait de que em Responguès. Joaquín

Anònim ha dit...

Hola Joaquín, el Partit Popular de Lleida fa per Espanya el mateix que pot fer el PP de Huesca, Albacete o Bilbao en aquests moments, es adir, treballar per aconseguir que Mariano Rajoy sigui el proper president del Govern d'Espanya, que bona falta ens fa a tots els espanyols. En quant a Hispanoamerica hi ha molts llaços d'amistad i bona relació amb molts paisos que tambe es consideren germans nostres i que actituds com les dels senyors Chavez, Castro, Ortega i algun altre no ens tenen que fer perdre aquesta bona sintonia i consideració. Ni Espanya ni els espanyols, ni la resta de paisos d'Hispanoamerica en tenim cap culpa que el senyor Zapatero s'hagi triat aquestes amistats i aquests aliats. Per aixó es important que el PP i Mariano Rajoy guanyin les properes eleccions generals.
Salutacions i gracies pel teu comentari.

Maria José Horcajada

Anònim ha dit...

Hola,
Realment la meva pregunta es la seguent,
- Si el senyors de la genealitat i la majoria de gent diuen que no a Espanya , i com a consequencia d'aixo nomes es pot parla en catala (com si el castella i espanya fossin una peste)perque volen continuar celebrant un dia que per els senyors TAN CATALANS realment no a de signifiacar res? per a que siguui un dia mes de festa? donc si no volen res amb Catalunya que sen vaiguin a treballar.